Luego de haberse sometido a una primera cirugía para salvar la visión de su ojo izquierdo, los doctores del Bascom Palmer Eye Institute de Miami, EE.UU, le han dado a Marco “Atoq” Ramón, fotógrafo peruano del diario Perú.21, un pronóstico esperanzador.
La madrugada del 5 de mayo de 1996, Gustavo Díaz, un comerciante del puerto de Turbo, en Urabá, Colombia, lo perdió todo. Su esposa y dos de sus hijas fueron asesinadas y calcinadas junto con su tienda de abarrotes a manos de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en una de las más de 2 mil masacres ocurridas en ese país desde 1982.
Igor Abisaí Padilla Chávez, un reconocido periodista hondureño, fue asesinado en San Pedro Sula este 17 de enero.
Desde el 1 de enero, centenares de mexicanos se han tomado las calles de diferentes ciudades del país como protesta por el aumento de hasta un 20 por ciento en el precio del combustible. Algunas de las protestas por el ‘gasolinazo’, como se conocen las manifestaciones, se han tornado violentas e incluso han incluido saqueos y enfrentamientos con la policía con cifras de personas muertas, heridas y detenidas.
El fotoperiodista peruano de 25 años, Marco Antonio Ramón, estaría a punto de perder la visión de su ojo izquierdo tras recibir una ráfaga de disparos de perdigones por parte de la policía, mientras cubría una protesta para el diario Peru.21 en Lima.
Durante décadas, el periodismo colombiano ha sido víctima directa de la violencia generada por el conflicto armado que vive el país hace más de 50 años. La firma de un nuevo acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc, refrendado por el Congreso del país el pasado 30 de noviembre, podría significar el fin de una de las causas de censura violenta contra la prensa en Colombia.
Aunque el número de asesinatos de periodistas en el mundo bajó de sus niveles récord este año, dos países de América Latina hacen parte de la lista de los más mortíferos para comunicadores en 2016, de acuerdo con el informe de final de año del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés).
Reporteros Sin Fronteras (RSF), una organización sin ánimo de lucro que defiende la libertad de expresión e información con sede en París (Francia), decidió invertir en Brasil para aumentar su visibilidad y presencia en el país. En 2015, RSF abrió una oficina regional para América Latina en Río de Janeiro y puso en marcha a finales de noviembre de 2016, una versión de su sitio en portugués.
El reportero radial Jesús Adrián Rodríguez Samaniego, de 41 años, fue asesinado afuera de su casa en Chihuahua, México, la mañana del 10 de diciembre.
Para los periodistas mexicanos, cubrir la nota roja va más allá de estar expuestos a peligros físicos. Al vivir y trabajar en áreas de alto riesgo, su contacto constante y sistemático con la violencia pone en peligro su salud mental.