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La formación periodística como tabla de salvación: cómo la productora de periodismo mexicana Dromómanos se recuperó de un millonario fraude bancario

El 3 de mayo de este año, la productora de proyectos periodísticos Dromómanos, con sede en Ciudad de México, sufrió un golpe bajo a su estabilidad financiera. Un millón de pesos mexicanos (cerca de US $58.500) le fueron sustraídos de su cuenta bancaria mediante dos retiros no autorizados. Dicho fraude puso en riesgo la sostenibilidad de la organización, la operación de al menos tres meses y los salarios de sus nueve empleados.

Sin embargo, a casi cuatro meses del fraude bancario, Dromómanos no sólo evitó la quiebra, sino que comprobó la fuerza que tienen la formación periodística como fuente de ingresos y la creación de redes con periodistas y medios aliados de todo el continente.

Luego del suceso, los socios directores de Dromómanos, Alejandra Sánchez Inzunza y José Luis Pardo, hicieron un plan para recapitalizarse tras el golpe financiero. Además de pedir algunos créditos para atender compromisos inmediatos, como pago de nóminas y gastos de operaciones, procedieron legalmente para solicitar la devolución del dinero sustraído.

Pero principalmente, la organización decidió echar mano de una de sus más grandes fortalezas: su expertise en innovación, producción y formación en periodismo.

Spanish journalist José Luis Pardo, founder of journalism organization Dromómanos.

Tras ser víctimas de retiros no autorizados de sus cuentas, Dromómanos difundió contenidos de sensibilización sobre el fraude bancario tomando su caso como punto de partida. (Foto: Captura de pantalla del TikTok de Dromómanos)

Dromómanos lanzó una campaña de crowdfunding en la plataforma Kickstarter, en la que ofrecieron compartir sus conocimientos y experiencia como productora de proyectos periodísticos de alcance regional, así como los talentos de varios de sus colaboradores, a cambio de donaciones que los llevaran a recaudar el 25 por ciento del dinero perdido.

En la campaña en Kickstarter, la organización ofreció recompensas que iban desde ejemplares autografiados del libro “Narcoamérica”, escrito por Sánchez Inzunza y Prado, hasta consultarías individuales de una hora y media de duración sobre cómo levantar proyectos periodísticos y talleres con periodistas latinoamericanos de alto prestigio.

“Teniendo la fortuna de tener a varios de los y las mejores periodistas de América Latina tan cercanos, se ofrecieron súper generosamente a impartir un taller en algo que son especialistas”, dijo Pardo a LatAm Journalism Review (LJR). “No queríamos solo pedir apoyo, sino ofrecer algo a cambio de ese apoyo y dar un mensaje también de que seguimos creyendo en el periodismo. Y una manera de hacerlo era tener a este star system de periodistas dando diferentes talleres en diferentes disciplinas”.

Dentro de las clases magistrales ofrecidas como recompensas, el periodista Óscar Martínez, jefe de redacción de El Faro (El Salvador), habló sobre cómo cubrir la violencia; Mael Vallejo, vicepresidente de contenido del grupo Capital Digital (México), detalló las bases de la opinión periodística; Eliezer Budasoff, editor del podcast El Hilo (Argentina), enseñó cómo editar textos propios; y la documentalista Laura Woldenberg (México), compartió su método para investigar historias y llevarlas a plataformas de streaming. Además, Sánchez Inzunza y Pardo ofrecieron un taller sobre cómo aterrizar proyectos periodísticos.

Las clases magistrales se llevaron a cabo entre julio y agosto. La última clase magistral, a cargo de la editora sénior de Latino USA, Marta Martínez (Estados Unidos), sobre cómo producir y editar un podcast, tuvo lugar el miércoles 23 de este mes.

Cada clase tuvo un costo de 900 pesos mexicanos (US $52) como donación, mientras que el taller de Sánchez Inzunza y Pardo costó una donación de 300 pesos mexicanos (US $17,50).

La campaña recaudó un total de 242.800 pesos mexicanos (más de US $14.000), lo cual superó la meta inicial, que era de un equivalente a US $13.000. El gran interés que generó la campaña hizo que los directores de Dromómanos decidieran relanzar este año la división educativa de la organización, denominada El Salón, como una forma de fortalecer y diversificar su modelo de negocio.

“Dromómanos siempre ha estado metido con la educación y de hecho una de las ‘patas’ que vamos a relanzar este año es la educativa”, adelantó Pardo. “La idea [de El Salón] es educativa, de formar periodistas y formar una red de periodistas en toda América Latina, de calidad, de profundidad”.

El periodista dijo que el equipo de Dromómanos se encuentra diseñando un modelo de educación continua sobre temas de formación que será ofrecido a periodistas de toda la región a través de El Salón. Con ello, esperan generar ingresos extra, que se sumen a los que reciben a través de los otros canales que conforman su modelo de negocio, que son fundaciones internacionales, la venta de sus productos periodísticos y su servicio de consultoría y producción de contenido para empresas y ONG, Dromolab.

“Las charlas magistrales fueron una muestra del gran apoyo y el respeto que tenemos un montón de colegas por el trabajo que hacen [en Dromómanos]. Muchos de nosotros ya en algún momento habíamos participado en El Salón, que es la parte de la productora que trabaja el periodismo pero a través de la educación, de la formación”, dijo a LJR Budasoff, quien también formó parte de la producción de un episodio de El Hilo, de Radio Ambulante, sobre los fraudes bancarios a partir del caso de Dromómanos.

Budasoff, quien también es miembro del Consejo Editorial de Dromómanos y es profesor del Master en Periodismo sobre Políticas Públicas en el Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor (CIDE) de México, considera que la formación es también parte del trabajo periodístico, sobre todo en América Latina, donde hay cada vez menos espacios para hacer trabajos de investigación y los periodistas necesitan aprender técnicas y habilidades para levantar sus propios proyectos.

“Ellos [Dromómanos] ya sabían de la fuerza que tenía la formación. El proyecto de El Salón surge para eso justamente, porque ellos entienden que hay una necesidad y que hay también algo muy valioso para ofrecer”, dijo Budasoff. “Creo que eso naturalmente va a seguir siendo parte de su misión periodística y también una fuente de financiamiento”.

Los frutos de la adversidad

Tras resolver las necesidades económicas inmediatas de Dromómanos tras el fraude bancario, los directores de la organización se sentaron a conversar sobre cómo sería la forma más asertiva de reaccionar públicamente tras el robo. Dudaban si mantener el acontecimiento en confidencialidad o hacerlo público.

“Los primeros sentimientos fueron, unos de sorpresa, luego de pérdida, luego de frustración. Y luego, por supuesto, una cierta vulnerabilidad, incluso una cierta vergüenza de que te ocurra algo así”, dijo Pardo.

Screenshot of the Kickstarter campaign of Mexican journalistic producer company Dromómanos.

La campaña de Kickstarter emprendida por Dromómanos superó su meta de recaudación. (Foto: Captura de pantalla de Kickstarter)

Llegaron a la conclusión de que para Dromómanos era fundamental convertir la experiencia negativa en un conocimiento colectivo. Por ello tomaron la decisión de abordar el problema de la forma más asertiva posible y optaron por hacer de la tragedia una oportunidad de crecimiento y contribución, tanto para el medio como para sus lectores.

“Decidimos hacerlo público porque pensamos que nuestra responsabilidad con el público era mayor que nuestra vergüenza”, dijo Pardo. “Sabemos que [el fraude bancario] es un fenómeno que afecta mucho a latinoamericanos y queríamos dar esa información, responder con periodismo, que es lo que sabemos hacer, para que lo que nos ha ocurrido a nosotros no le ocurra a otros”.

Dromómanos diseñó una estrategia en distintas fases. La primera fue una etapa de levantar conciencia: durante todo el mes de junio, la organización difundió una serie de contenidos de sensibilización sobre el fraude bancario, tomando su caso como punto de partida, en distintas plataformas.

Con el mensaje “Nos robaron un millón”, publicaron videos en sus redes socialescolumnas en medios como El País. Además, periodistas que han colaborado con Dromómanos, como Carlos Dada, de El Faro (El Salvador); Jennifer Ávila, de Contracorriente (Honduras); el columnista Carlos Manuel Álvarez (Cuba); y Jon Lee Anderson, de The New Yorker (Estados Unidos), se sumaron al esfuerzo y grabaron videos en apoyo a la organización.

También durante junio, en una segunda etapa, la organización lanzó una campaña informativa en su newsletter Dromomanía alrededor del fraude bancario, desde qué es, cuáles son los tipos más comunes, en qué bancos se da con más frecuencia, cómo hacer para prevenirlo y qué hacer en caso de ser víctimas de uno.

La campaña también llamó a los lectores a enviar sus dudas y testimonios sobre el tema para tomarlos en consideración para el desarrollo de una investigación periodística continental sobre el fraude bancario, la cual forma parte de la tercera etapa de la estrategia de Dromómanos, y en la cual se encuentran trabajando actualmente.

“La verdad es que sí es un tema muy poco tratado. Es un tema muy complejo donde, por supuesto, hay crimen organizado, y donde hay también estructuras sofisticadas”, dijo Pardo. “Al hacer una primera documentación y exploración, vimos que está muy poco investigado el tema. Y por supuesto, eso nos hace todavía más intentar hacer una investigación a profundidad para intentar iluminar algo que está absolutamente en la oscuridad, en el desconocimiento de la gente. Y que, sin embargo, afecta muchas vidas”.

La investigación periodística, cuyo formato y fecha de publicación aún no han sido definidos, abordará las causas y consecuencias del fraude bancario, el volumen del negocio en los países de América Latina, e intentará descifrar quiénes están detrás de dicho crimen.

“A nosotros nos pareció genial desde un principio que ellos [Dromómanos] respondieran a un golpe de la mejor manera que saben hacer, que es haciendo periodismo sobre eso”, dijo Budasoff. “Eso ellos lo transforman en algo que sirve para iluminar una realidad. Cada tanto aparecen investigaciones o aparecen datos nacionales, pero no necesariamente tienen una mirada que pueda conectar a todo el continente con un problema común, y Dromómanos lo hace”.

Por lo pronto, la organización sigue en espera de la resolución judicial de su caso, aunque saben que es un procedimiento que podría tardar meses, o incluso años. Sin embargo, sus directivos están satisfechos de saber que están pudiendo sacar cosas positivas de la adversidad y, sobre todo, que ningún proyecto de Dromómanos tuvo que ser cancelado, ni ningún empleado tuvo que ser despedido.

Incluso el Dromofest, el evento anual que Dromómanos inició en 2021 como un festival virtual, en el que periodistas, escritores, activistas y líderes se reúnen para reflexionar alrededor de temas específicos que atañen a América Latina, sigue en pie para su edición de este año, aunque la fecha no ha sido definida.

Poster announcing a series of master classes by Latin American journalists, organized by Mexican journalism organization Dromómanos.

Las recompensas para quienes donaran a la campaña de crowdfunding de Dromómanos incluyeron clases magistrales con periodistas de América Latina expertos en distintos temas. (Foto: Twitter de Dromómanos)

“El festival no está en riesgo, de hecho está programado. No puedo dar una fecha exacta, pero sí queremos continuar con el Dromofest, queremos seguir haciendo ese festival en persona, que sirva para intercambiar ideas sobre América Latina, sobre los temas que nos interesan a todos y probablemente, quizá alguna parte también vaya sobre fraude bancario”, adelantó Pardo.

A casi cuatro meses del fraude, los directores de Dromómanos han aprendido la importancia de dedicar tiempo, esfuerzo y recursos a la parte financiera de su proyecto. Las organizaciones periodísticas independientes, dijo Pardo, deben aprender a rodearse de personas expertas no solo sobre la parte periodística de su organización, sino también de las áreas operativas.

“Los periodistas somos mucho de rodearnos de periodistas, y está bien. Nos alimentamos de esta especie de credo y fe de lo que hacemos, que muchas veces en situaciones complicadas hace falta”, dijo. “Pero también es muy necesario entender que los proyectos están compuestos de muchas otras cosas que a nosotros se nos escapan. Hay una parte administrativa, una parte contable, una parte financiera, que es muy importante cuidarlas y rodearte de gente capaz que sabe hacer cosas que tú no sabes hacer”.

Diversificar es un tema clave para la sostenibilidad y salud económica de los proyectos periodísticos. Y Dromómanos aprendió que esa diversificación no solo significa tener diversas fuentes de ingreso, sino también a tener diversas formas de guardar y administrar esos recursos.

“Ahora tenemos el dinero en distintas cuentas. Ya lo estábamos haciendo, pero justo en el camino a las buenas prácticas nos pasó [el fraude]”, dijo Pardo. “Lo hicimos de todas maneras, y probablemente con más urgencia. No están todos los huevos en la misma canasta. La diversificación de entrada de recursos también tiene su representación en la diversificación de cuentas, en dónde tienes el dinero guardado”.

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