Un nuevo informe de la Unesco confirma lo que muchos periodistas e investigadores han pensado: el periodismo de calidad es bueno para la democracia, la participación cívica y la rendición de cuentas. Además, la inversión pública en periodismo mejora la confianza de los ciudadanos y promueve los derechos humanos y el desarrollo sostenible.
El CEO de Plop Contenido considera que Ampli está en una fase aún experimental, en la que quiere probar la premisa de que es posible producir un contenido noticioso con una huella humorística.
Un periodista paraguayo del diario ABC Color fue demandado por calumnia y difamación por un legislador que, de acuerdo con el reportero, habría participado en un intento de soborno para detener su investigación periodística.
La seguridad cibernética, un escudo legal y el trabajo en alianzas son algunos de los factores fundamentales a considerar al realizar investigaciones periodísticas sobre temas de corrupción en América Latina, de acuerdo con los ponentes del panel Cobertura de Corrupción, realizado durante el 11 Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital en Austin, Texas, el 15 de abril de 2018.
Brasil se encuentra en “alerta roja” por la alta concentración de audiencia, de propiedad y locación geográfica; la falta de transparencia así como por las interferencias económicas, políticas y religiosas en los medios del país. Esta es la principal conclusión del estudio realizado por el colectivo de comunicación Intervozes en asociación con la organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre la propiedad de los medios en Brasil.
La corrupción, una preocupación común entre ciudadanos y periodistas de varios países de América Latina, será la temática de un índice exclusivo para la región que se lanzará el mes que viene. Daily Corruption: News Feed & Database (Corrupción diaria: Transmisión de noticias y base de datos) proporcionará datos cuantitativos y cualitativos sobre variables relativas de casos en curso en 29 países latinoamericanos.
Desde la publicación de un reportaje de la Revista Factum sobre la presunta existencia de un escuadrón de la muerte al interior de la Policía salvadoreña, los periodistas de la publicación están siendo víctimas de amenazas de muerte y de una campaña de desprestigio en redes sociales. También han intentado atacar su servidor web. Asimismo, el sitio de periodismo independiente El Faro, que anteriormente también ha reportado sobre presuntas ejecuciones extrajudiciales de la policía, ha recibido amenazas recientemente.
Los involucrados en la operación Lava Jato, el esquema de pago de sobornos que por varios años formaron empresas brasileñas y políticos de ése y al menos otros 12 países, recurrieron a métodos de corrupción sofisticados, como la utilización de empresas offshore, cuentas en paraísos fiscales y sobrecostos en contratos de obras públicas. Y por supuesto también cuidaron que sus acciones no dejaran rastro.
El 12 de julio, un juez federal de Brasil sentenció al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a nueve años y medio de prisión por los cargos de corrupción y lavado de dinero en el marco del caso Lava Jato, un esquema de pago de sobornos en al menos 12 países que involucra a varias empresas brasileñas y políticos de América Latina.
Un escándalo político que trasciende fronteras como la operación Lava Jato, la red de corrupción y lavado de dinero que se originó en Brasil e involucra a políticos y empresarios de varios países, requiere un trabajo periodístico igualmente transfronterizo, colaborativo y persistente.
Lo que parecía ser un caso de lavado de dinero a través de una red de lavanderías y estaciones de lavado de autos (lava jato en portugués significa “lavado a presión”) resultó ser la red de corrupción más grande en la historia de Brasil, que se extendió a al menos a 12 países, y que a la fecha ha llevado ante la justicia a empresarios y ha puesto a temblar a más de un gobierno.
La operación Lava Jato, considerado el caso de corrupción más grande en la historia de Brasil, ha provocado la indignación de los ciudadanos de ese país. Por ello, el periodista Luiz André Alzer dio a los brasileños la oportunidad de “vengarse” y castigar a los políticos y empresarios corruptos a través de un juego de cartas creado por él mismo, inspirado en personajes y situaciones reales del escándalo.