Informes especiales muestran a México no sólo como el país más mortífero de América Latina para los periodistas, sino como un líder mundial en esa categoría indeseable. Junto con Brasil, también es uno de los peores países del mundo en lograr condenas contra los asesinos de periodistas.
La radio La Costeñísima es un ejemplo de cómo la prensa independiente en Nicaragua intenta sobrevivir en el país ante la persecución del régimen autoritario del presidente Daniel Ortega.
Durante los últimos años, la Unesco ha detectado el aumento de casos de acoso, detención y violencia física contra periodistas que cubren manifestaciones. Entre 2015 y la primera mitad de 2020, 10 periodistas han perdido la vida durante esta cobertura.
La amenaza de violencia física del presidente brasileño Jair Bolsonaro a un periodista que le hizo una pregunta pone en otro nivel la relación conflictiva que el mandatario sostiene con la prensa desde antes de ser elegido presidente.
El periodista colombiano Ricardo Calderón fue seleccionado como uno de los ganadores del premio Maria Moors Cabot. Sus investigaciones han llevado a la destitución, el arresto y el enjuiciamiento de docenas de funcionarios sospechosos y por eso su vida ha estado en peligro.
La Escuela de Periodismo de Columbia describe a la reportera brasileña Patrícia Campos Mello como una “una valiente periodista de investigación”. El premio, creado en 1938, es el honor internacional más antiguo que se ofrece a los periodistas.
El Estado colombiano será juzgado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en el caso del secuestro, tortura y violencia sexual del que fue víctima la periodista Jineth Bedoya Lima hace 19 años.
Gorriti considera que el avance de las investigaciones del caso Lava Jato motivó estas manifestaciones y los actos de acoso contra IDL-Reporteros.
Miranda dijo que lo golpearon repetidamente en la parte posterior del cuello, que lo mantuvieron desnudo en una habitación y que le tomaron fotos que usarían en su contra.
Turati habla también de la importancia de ponerle lógica a la violencia y comenzar a hacer no solamente las crónicas del horror sino también encontrar patrones, cosas que puedan ayudar a la gente.