En menos de cuatro días, dos periodistas brasileños recibieron amenazas de muerte por medio de redes sociales después de publicar reportajes críticos a las Fuerzas Armadas del país, del pasado y del presente.
En Brasil, uno de los diez países con el más alto índice de impunidad en crímenes contra periodistas en todo el mundol, el Congreso ha propuesto tres proyectos de ley para endurecer el tratamiento penal de los autores de la violencia contra periodistas y profesionales de los medios.
Los periodistas y medios de comunicación de países que vivieron procesos electorales como México, Brasil, Venezuela, Paraguay, Colombia y El Salvador enfrentaron diversas situaciones de violencia y censura durante 2018.
Un periodista mexicano que recibe protección del gobierno está vivo después de recibir dos balazos en el estado de Oaxaca.
El periodista Gabriel Hernández fue asesinado el 17 de marzo en el departamento de Valle, al sur de Honduras, según reportes de medios locales.
El periodista y locutor de radio Santiago Barroso fue asesinado en la puerta de su casa en el estado mexicano de Sonora la noche del 15 de marzo.
Las mujeres periodistas son “doblemente propensas a ser víctimas de violencia” en el continente americano por ejercer su derecho a la libertad de expresión y por razones de género.
Un juez de inmigración de Estados Unidos volvió a negar el pedido de asilo a un periodista mexicano que huyó de su país hace una década por temor por su vida.
Las preocupantes cifras de violencia contra la prensa en México – señalado por diversas organizaciones como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo – se vuelven aún más dramáticas cuando se hace un paralelo con las de impunidad.
Para el periodista Carlos Fernando Chamorro, quien dejó Nicaragua en enero y ahora trabaja desde el exilio en Costa Rica, acostumbrarse a trabajar en condiciones de inseguridad física y jurídica ha sido todo un reto.