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Cierre de radios en Venezuela continúa mientras crecen los desiertos informativos

El cierre de emisoras radiales en Venezuela no cesa. En las últimas semanas, Radio Caracas Radio (RCR), la emisora radial más antigua de Venezuela, puso fin a sus operaciones en plataformas digitales, y la emisora Éxtasis 97.7 FM en Táchira, con 29 años al aire, dejó de transmitir luego de que la administración gubernamental ordenara su cierre. 

En el año 2022, se registró el número más alto de cierre de radios en Venezuela con al menos 95 estaciones sacadas del aire. En 2023, los cierres no han parado. Durante los primeros cinco meses de 2023, el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS) ya había registrado el cierre de cinco emisoras en los estados Portuguesa (2), Táchira (1), Anzoátegui (1) y Bolívar (1). Ahora se le suman estas últimas dos. 

“He visto una nueva escalada. Probablemente tenga que ver con que, en ausencia de canales de televisión nacional o regional que planteen críticas severas al régimen, la gente se ha refugiado en los pequeños espacios de las radios regionales para tratar de buscar información y opinión sobre las cosas que le pasan en el día a día: problemas de luz, agua, delincuencia, viabilidad, transporte, etc.”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Nehomar Hernández, periodista y exlocutor de RCR. 

“La radio, sobre todo las radios locales y de los pueblitos, eran como el último bastión para asomarse a algún tipo de realidad y por eso este régimen, que tiene total naturaleza totalitaria, busca cerrarlos. Hemos quedado prácticamente en un desierto de información”, agregó Hernández.

Según el informe Atlas del Silencio de Ipys Venezuela, los desiertos informativos son municipios o parroquias donde no hay medios de prensa suficientes para informar a la población. En Venezuela, la radio es el medio de mayor alcance pero casi la mitad de su población vive sin garantía de tener acceso a noticias locales. El estado con mayor número de desiertos informativos es Táchira con 28 localidades, seguido de Zulia con 19 y Sucre con 14.

Los cierres de emisoras coinciden también con un proceso preelectoral que está transitando Venezuela. Las elecciones presidenciales de ese país para el periodo 2025-2031 se llevarán a cabo en 2024. Además, la oposición venezolana está en campaña para las elecciones primarias que se realizarán el 22 de octubre de 2023.

La periodista y locutora de Éxtasis 97.7 FM en Táchira, Yamile Jiménez, comentó que días antes del cierre de la emisora había entrevistado a dos dirigentes políticas de la oposición venezolana: Karim Vera, coordinadora del partido de oposición Primero Justicia en el estado Táchira; y Delsa Solórzano, candidata a las primarias de la oposición. Ambas utilizaron términos como “dictadura” o “régimen” durante la entrevista. 

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La periodista y locutora de Éxtasis 97.7 FM en Táchira, Yamile Jiménez, trabajó por más de 25 años en la emisora. (Foto: Cortesía)

“Presumimos que estas entrevistas podrían tener algo que ver con la decisión de cierre. Pero, ese no fue el alegato utilizado por el ente regulador. La razón de cierre fue el vencimiento de la concesión”, dijo Jiménez. 

IPYS Venezuela y otras organizaciones defensoras de derechos humanos en Venezuela han exigido al ente regulador cesar la persecución contra los medios radiales y, en cambio, ser promotor de la creación de nuevos medios de comunicación y espacios para la distribución de información plural.

Concesiones como carta bajo la manga

El ente venezolano a cargo de la regulación, supervisión y control sobre las telecomunicaciones es la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel). 

Este organismo es el encargado de  otorgar las concesiones, o habilitación administrativa, para el uso y explotación del espectro radioeléctrico venezolano que se considera un bien del dominio público.

Ya en 2019, Conatel había sacado del aire a RCR alegando que se había vencido su concesión para operar en el espectro radioeléctrico venezolano. RCR no se dio por vencido, y siguiendo su eslogan “la radio que se ve”, se mantuvo transmitiendo sólo a través de YouTube.

Sin embargo, el salto a la plataforma digital no funcionó. “Una estación de radio que no está en el dial, bien sea AM o principalmente en FM, es muy complicado que se mantenga. Al pasar a digital perdimos una gran porción de la audiencia”, comentó Hernández.

Según el periodista, esto también se debe a que la audiencia de RCR era en su mayoría de avanzada edad. Por lo tanto, son personas que no están tan familiarizadas con el ecosistema de internet.

RCR era uno de los medios que seguía activo como parte del Centro Corporativo 1BC, grupo empresarial al que también pertenecía Radio Caracas Televisión, cerrada por el gobierno venezolano en 2007. 

Jiménez, como corresponsal en Táchira, vivió el cierre de la conocida televisora y 16 años después se enfrenta de nuevo a la pérdida de su empleo por el vencimiento de una concesión. Esta vez, en la emisora Éxtasis 97.7 FM, donde tenía más de 25 años trabajando.

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“Hemos quedado prácticamente en un desierto de información”, dijo el periodista y exlocutor de RCR, Nehomar Hernández, a LJR. (Foto: Cortesía)

“La manera de proceder de Conatel, en los últimos años, es que no responden a las emisoras con respecto a la renovación de la concesión. Entonces, tienen esa carta bajo la manga para llegar cuando quieran y decir: ‘no tienen concesión, apaguen los equipos’. A otras emisoras en Táchira les han permitido presentar los documentos de renovación, a nosotros no”, explicó Jiménez.

Ahogo económico

El negocio de las radios se sustenta en la publicidad y en la captación de anunciantes. Cuando RCR perdió su concesión del uso del espacio radioeléctrico venezolano empezó a transmitir en exclusivo a través de plataformas digitales pero, a la vez, vio disminuidos sus ingresos por publicidad. 

“Dar el paso a lo digital costó mucho y básicamente la emisora estuvo cuatro años a pérdida, si es que ya no tenía mucho más tiempo a pérdida antes de esto. Eso dinamitó la salida de la emisora definitivamente del aire porque no había manera de sostenerla”, contó Hernández. 

Según ha anunciado a la prensa José Luis Rincón, dueño y director de Éxtasis 97.7 FM en Táchira, el plan es que la emisora continúe transmitiendo por internet. Sin embargo, es una apuesta riesgosa. 

“Es muy difícil que funcione este tipo de iniciativas en Venezuela, y en el estado Táchira en particular, porque tenemos unos cortes de luz prolongados y agresivos. Además, tenemos una muy mala calidad de Internet”, contó Jiménez. “No sé qué voy a hacer ahora. Estoy un poco desorientada. Éxtasis 97.7 es mi casa, es mi radio y ha sido mi sustento  económico todos estos años. Sin embargo, voy a apoyarlos hasta el final”.

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