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Preocupa a organizaciones el rol del gobierno en crisis de papel en Venezuela

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  • 24 enero, 2014

Por Diego Cruz

Desde el 2003 existe en Venezuela un sistema de control de cambios que impide a empresas importar ciertos productos sin divisas proporcionadas por el estado. En el 2012 el papel periódico, que no se produce en el país, ingresó en esta lista de productos no prioritarios, requiriendo a los diarios pedir divisas para poder importarlo.

Los periódicos empezaron a sufrir desde entonces ya que se ha vuelto difícil obtener las divisas y, por consecuencia, el papel. Recientemente, la crisis ha empeorado: varios diarios cuentan con reservas cada vez más pequeñas. 

“Hoy estamos en una situación muy delicada, yo diría extrema, en la que ya han cerrado diez diarios en el país y hay seis que tienen existencia de papel hasta febrero”, dijo Claudio Paolillo, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa, quien ofreció una presentación digital el 24 de enero para hablar sobre el control de contenido por parte de gobiernos.

Según Paolillo, también director del semanario uruguayo Búsqueda, el gobierno venezolano ha dificultado intencionalmente la importación de papel periódico y maneja el sistema de control de cambios del país de manera arbitraria desde hace meses como una herramienta en contra de los medios críticos del gobierno.  ​

Esto no parece increíble considerando la relación tensa entre el gobierno y la prensa durante la crisis de escasez de necesidades básicas en el país. Organizaciones de prensa dicen que hubo un incremento de 87 porciento en casos de censura en Venezuela durante el 2013. En Octubre, el presidente Nicolás Maduro pidió sanciones contra los medios, culpándolos por causar la escasez de comida al provocar a los ciudadanos a acaparar los bienes. Similarmente, en Enero, el legislador de partido Julio Chávez negó que hubiera una escasez de papel y dijo que los periódicos estaban acaparando para llevar a cabo una “guerra económica” contra el gobierno. En otros casos, el gobierno dijo que los medios privados estaban en colusión con la CIA en un complot para desestabilizar al país.

De acuerdo al Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), el papel periódico era más fácil de obtener antes de Agosto del 2012, cuando se quitó al producto de la lista de importes “prioritarios.” Ahora el proceso requiere de 16 etapas burocráticas que pueden llevar meses en completarse cada una, dijo el editor de El Impulso Juan Manuel Carmona a CPJ. Agregó que todas las peticiones de su periódico por dólares estadounidenses habían sido ignorados el año pasado.

Paolillo destacó que al restringir la circulación de ideas y opiniones, por medios directos o indirectos, el gobierno venezolano estaría actuando en contra del artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que promete libertad de pensamiento y expresión.

Mencionó que en América Latina hay una tendencia errónea a considerar estas libertades como algo que el gobierno le otorga a la gente por medio de la ley. “Pero rara vez recordamos”, dijo Paolillo, “que la libertad de expresión es un derecho humano, inherente a nosotros y anterior a cualquier estado, a cualquier ley”.

Independientemente de que la escasez sea intencional o no, la falta de papel periódico está rápidamente perjudicando a la prensa en Venezuela. El pasado Marzo, El Zócalo reportó que 95 porciento de publicaciones venezolanas fueron afectadas por la escasez. Más recientemente, CPJ reportó que varios periódicos, incluyendo El Nacional y El Impulso, están en peligro de suspender operaciones. El año pasado hubo numerosos reportes de la suspensión de varios diarios regionales, incluyendo El Sol de Maturín y Antorcha.

*La bloguera del Centro Knight Lynn Romero contribuyó a esta nota. 

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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