América Latina y el Caribe registró 123 homicidios de periodistas en el último lustro. México es el país con más comunicadores asesinados de la región y del mundo, con 61 casos, según el informe “Threats that Silence: Trends in the Safety of Journalists” de la Unesco.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos consideró que Colombia es responsable por la violación de varios derechos humanos de la periodista Jineth Bedoya Lima como resultado del crimen del que fue víctima en el año 2000.
Un estudio publicado recientemente reveló cómo los periodistas en México y Brasil enfrentan el estrés derivado de experiencias riesgosas en la profesión, y cómo estas experiencias están conectadas con problemas estructurales que afectan el campo del periodismo.
Un estudio encontró que los periodistas en América Latina son atacados más por sus opiniones políticas en Twitter que por su trabajo, y el 68% de ellos, luego de los ataques en línea, restringieron la frecuencia de sus publicaciones, se retiraron temporalmente de esta red social o dejaron de publicar en temas sensibles. temas.
Una decisión del Tribunal Supremo de Brasil reconoció el derecho a indemnización de un fotoperiodista que perdió la vista por un ojo tras ser impactado por una bala de goma hace 21 años. La sentencia potencialmente abre la puerta para que a otros periodistas lesionados en situaciones similares les reconozcan este derecho.
El año comenzó sombrío para los periodistas independientes en Cuba. En enero de 2021 se registraron 38 violaciones a la libertad de prensa en el país, un aumento del 124% respecto al mismo mes de 2020, según el Instituto Cubano para la Libertad de Expresión y Prensa.
En un momento de empeoramiento de la libertad de prensa en Brasil, al menos 15 proyectos de ley buscan proteger a los profesionales de la prensa de ataques y agresiones. Entre ellos, hay propuestas para considerar como delitos atroces los cometidos contra periodistas, federalizar la investigación de estos delitos, agravar las penas de lesiones personales y homicidios e incluso tipificar como delito el acoso a los profesionales de la prensa.
Juntos, 34 periodistas de Brasil crearon una base de datos de casos de violencia contra votantes, políticos, candidatos, prensa y también contra personas que trabajaron en la organización de las elecciones, como funcionarios, inspectores y jurados electorales.
Informes especiales muestran a México no sólo como el país más mortífero de América Latina para los periodistas, sino como un líder mundial en esa categoría indeseable. Junto con Brasil, también es uno de los peores países del mundo en lograr condenas contra los asesinos de periodistas.
La radio La Costeñísima es un ejemplo de cómo la prensa independiente en Nicaragua intenta sobrevivir en el país ante la persecución del régimen autoritario del presidente Daniel Ortega.
Durante los últimos años, la Unesco ha detectado el aumento de casos de acoso, detención y violencia física contra periodistas que cubren manifestaciones. Entre 2015 y la primera mitad de 2020, 10 periodistas han perdido la vida durante esta cobertura.
La amenaza de violencia física del presidente brasileño Jair Bolsonaro a un periodista que le hizo una pregunta pone en otro nivel la relación conflictiva que el mandatario sostiene con la prensa desde antes de ser elegido presidente.